Nació a fines de febrero, pero su padre lo pudo anotar recién el 8 de marzo. Un referente de la música popular que compuso grandes éxitos que marcaron a generaciones. “La felicidad”, “Yo tengo fe”, “Despeinada”, “Sabor a nada”, son algunos de sus hits. Los caminos del rey.
Una figura de la música popular.
Palito Ortega nació en un lugar humilde, pero siguió sus sueños. La llegada a la gran ciudad despertó su pasión por el arte, en especial por la música. Un creador de melodías pegadizas que llegaron a sonar por el mundo.
Su historia es legendaria. Nació en Lules, Tucumán, y llegó a Buenos Aires a los 14 años donde fue cadete y camarero, pero fue como vendedor de café que entró en el Canal 7 y el resto es historia. Su llegada al mundo fue a fines de febrero, pero lo anotaron recién el 8 de marzo. “En el campo te anotan el día que tu padre tiene libre en el trabajo. Yo nací en la casa número 24 del Ingenio Mercedes, y el tema es que la fecha que queda es la de cuando tu padre tiene tiempo para llevarte a anotar. En mi caso había que ir hasta Lules, así que ya habían pasado varios días cuando fue. Pero yo, por supuesto, lo celebro el 8 de marzo”, contó en una entrevista con Clarín.
En sus comienzos en la música, Ramón Bautista Ortega -su verdadero nombre- se puso nombres artísticos como Tony Varano y luego Nery Nelson, pero Ricardo Mejía, el directivo de la RCA Víctor, lo bautizó definitivamente como Palito (“Vos parecés un palo”). Él cantaba, imitaba a Elvis Presley y componía; solo cuando llegó a El Club del Clan, el programa del entonces Canal 13, se hizo inmensamente popular. El ciclo se transformó en un rotundo éxito, con la publicación de discos y giras por distintas ciudades. También estaban Johnny Tedesco, Nicky Jones, Violeta Rivas y Chico Novarro, entre otros, entonaban canciones de estribillos pegadizos. “La felicidad”, “Yo tengo fe”, “Despeinada”, “Sabor a nada”, “Decí por qué no querés” y “El changuito cañero”, son algunos de sus grandes éxitos.
No solo brilló en la música. Su éxito como cantante lo llevó al cine a protagonizar una cantidad de películas (33 en total) que por lo general llevaban el nombre de sus canciones, como “Corazón contento” o “Un muchacho como yo”, entre muchas otras. Realizó giras por el mundo; filmó en Londres con la española Sonia Bruno y en España con Rocío Dúrcal dirigido por Luis César Amadori.
En 1972 actuó con Libertad Lamarque -que no trabajaba en la Argentina desde 1947- en La sonrisa de mamá. Con su empresa Chango Film Producciones realizó la serie de películas con Carlos Balá que se inició con “Dos locos en el aire”. También convocó a las Trillizas de Oro y logró incluir en uno de sus elencos a Luis Sandrini.
La llegada de Frank Sinatra y los problemas económicos
A lo largo de su extensa carrera, fue el responsable de la llegada al país de Frank Sinatra, que le trajo varios problemas económicos. En 1981, Ortega se asoció al empresario Ricardo Finkel y cumplió el sueño de traerlo a la Argentina.
“Desde que empecé a cantar, siempre escuché a muchos productores decir que lo querían traer. Una vez me encontré con un amigo y me dijo que conocía a los abogados así que nos pusimos a trabajar”, recordó Palito Ortega .
“El concepto general que tiene la gente es que lo traje y que perdí mucha plata. Cuando Frank Sinatra se fue me dijo que me iba a dar una mano si lo necesitaba. Me agarró una época de inflación. Me empecé a sentir ahogado y, como le pasa a los boxeadores, necesitaba cambiar el aire. Vino el desafío y me fui a Estados Unidos. Llamé a sus abogados y me recibieron. Me preguntaron que quería hacer, les dije que quería montar una productora y me ayudaron”, contó el cantante.
La reconocida periodista Nora Lafón fue la encargada de prensa de aquellos recitales. “Lo recuerdo como algo memorable. Verlo en vivo fue algo increíble y lo viví como un sueño. Cantó de una forma increíble. El vivo es fundamental ya que uno se puede enamorar o desilusionar con el artista. Ellos trajeron un ingeniero maravilloso para conseguir el sonido justo en el Luna Park”, .
Operación Sinatra, el libro que escribieron los periodistas Diego Mancusi y Sebastián Grandi, echa luz sobre varias verdades detrás de los misterios que escondió la visita de La Voz al país.
Los seis recitales de Sinatra se repartieron entre el mítico Luna Park y el Sheraton Hotel -con formato cena-show y entradas a mil dólares-. “Sinatra llegó a la Argentina con 65 años. No estaba en su mejor momento pero, de todas maneras, era un buen momento vocal. Dio unos shows impecables”, cuenta Mancusi.
Los estrechos lazos del gobierno estadounidense con el gobierno dictatorial argentino le permitieron a Sinatra moverse con libertad. “Era un hombre muy importante, famoso y tenía la facilidad de entrar y salir de los países que visitaba sin que nadie lo detenga o revise, en un contexto complicado como el de la guerra fría”, cuenta Grandi sobre los movimientos de La Voz en el país.
El cantante también estuvo en la quinta de Olivos, en un momento en el que no se acostumbraba el ingreso del show bussiness a la residencia presidencial. “Palito nos aseguraba que esa reunión no había existido, pero hay fotos. Fue a puertas cerradas, con un grupo muy selecto de gente. Le hicieron un asado el día del primer show en el Luna Park”, remarca Mancusi, tras recabar datos de Víctor Bugge, el fotógrafo oficial de la Casa Rosada y autor de la foto entre Sinatra y el presidente de facto, Roberto Viola.
La llegada de Sinatra a la Argentina, en medio de un contexto económico brutal, llevó a Palito Ortega a perder muchísimo dinero. Los costos en dólares del cachet del artista, sumado a una devaluación del 400 por ciento, complicaron la economía del tucumano. “Chango Producciones, la productora de Palito, firmó un contrato millonario en febrero y terminó de pagarlo recién en agosto. Palito tuvo grandes dificultades económicas después de eso”, contó Mancusi.
Palito Ortega tuvo que volver a tocar para paliar las deudas. “Cuando Palito llega a Estados Unidos con su familia, el abogado de Sinatra le empieza a abrir las puertas para hacer negocios en el país: giras, posibilidades de reuniones con altos directivos televisivos, etc… “, remarca Grandi y se extiende: “Hay una especie de padrinazgo de Sinatra con Palito en los Estados Unidos”.
¿Los Beatles, teloneros de Palito?
“El Rey en Londres”, una película de 1966, que tiene como eje el viaje a Londres de Palito Ortega, junto a Graciela Borges, donde los protagonistas recorren diversos lugares turísticos de la ciudad como el palacio de Buckingham, la abadía de Westminster, el Big Ben y Trafalgar Square, y donde presentan a varios artistas de la llamada Invasión británica.
Dirigida por Aníbal Uset, el film tiene varias escenas de Pop Gear (1965), dirigida por Frederic Goode, con la participación de importantes músicos. Sobre el final, Palito aparece preparándose para salir a escena luego de la participación de los Beatles.
Su amistad con Charly
El cantante y productor rescató a Charly García, cuando lo llevó a su estancia y se ocupó de su recuperación. Ambos artistas forjaron una fuerte amistad y en distintas oportunidades compartieron el escenario.
Por ejemplo, el rockero fue uno de los invitados en el disco Cantando con Amigos, de Palito, que transita por distintos estilos donde se destaca el rock. También se sumaron David Lebón, Pedro Aznar, Juanse, Nito Mestre, Daniel Melingo, Moris, Celeste Carballo, Fernando Samalea, Tweety González, más sus hijos Rosario y Emanuel.
“Es un álbum que se dio de una forma muy particular. Estaba grabando ‘La Casa del Sol Naciente’, tenía la batería de Fernando Samalea y le habíamos puesto un bajo. Llegó Charly y le puso un órgano Hammond. Así comenzó todo. Otro día vino Pedro Aznar y se puso a tocar. Le dije que tenía un tema dedicado a Charly y se sumó. Juanse también agarró la guitarra con muchas ganas”, contó Palito .
“Siento que me da mucha fuerza estar y ver que la gente no se olvidó. Los años van pasando, grabé mi primer disco en 1962 y pasó un largo tiempo. Gracias a Dios lo sigo haciendo”, destacó el músico.
A los 80 años, el “Rey Palito” se mantiene activo, cantando sus clásicos y componiendo nuevas canciones.